Hace un año que fue diagnosticado con demencia frontotemporal y su familia lo ha apoyado en todo momento.

Ha transcurrido un año desde que Bruce Willis fue diagnosticado con afasia que progresó en demencia frontotemporal (conocida como FTD, por sus siglas en inglés), el cual es un trastorno del lenguaje y quienes lo padecen tienen dificultades para seguir instrucciones y reconocer palabras o repetirlas, de igual forma no tienen un lenguaje fluido; sin embargo,los desafíos con la comunicación son solo un síntoma de la enfermedad que enfrenta el actor de Hollywood.

De acuerdo con la Asociación para la Degeneración Frontotemporal (AFTD, por sus siglas en inglés), la FTD es la más común de las de las demencias en personas menores de 60 años; sin embargo, también puede afectar a personas de 70 y más. «Las personas diagnosticadas con FTD se enfrentan a una esperanza de vida que oscila entre los 7 y los 13 años. Los síntomas pueden progresar de manera y a un ritmo impredecibles”.

Los síntomas de la demencia frontotemporal pueden incluir comportamientos inusuales, problemas emocionales, dificultad para comunicarse, déficit en la resolución de problemas, la toma de decisiones y otras funciones ejecutivas y problemas para caminar.

Tallulah, la hija de Bruce Willis, le escribió una conmovedora carta al actor hollywoodense: “tengo esperanzas en mi padre que me resisto a dejar ir”. La joven de 29 años relató que el famoso de 67 años de edad tenía mucho tiempo presentando diferentes síntomas; sin embargo, ella creía que su padre solo la estaba ignorando.

“He sabido que algo andaba mal durante mucho tiempo. Comenzó con una especie de falta de respuesta vaga, que la familia atribuyó a la pérdida de audición. Más tarde, esa falta de respuesta se amplió y, a veces, lo tomé como algo personal. Había tenido dos bebés con mi madrastra, Emma Heming Willis, y pensé que había perdido interés en mí”, escribió Tallulah.

Detalló que paralelamente a lo que sucedía con su padre, ella estaba atravesando por varios problemas de salud, pues sufría de anorexia y adicciones. También, recordó que sólo tenía 20 años de edad cuando dejó sus adicciones y a los 25 tuvo que ser internada en una clínica para tratar su depresión.

“La verdad es que yo misma estaba demasiado enferma para manejarlo. Durante los últimos cuatro años, he sufrido de anorexia nerviosa, de la que he sido reacia a hablar porque, después de estar sobria a los 20 años, la restricción de alimentos se ha sentido como el último vicio al que tengo que aferrarme. Cuando tenía 25 años, ingresé en un centro de tratamiento residencial en Malibú para atender la depresión con la que había vivido durante mi adolescencia”, contó.

Finalmente y ante todo pronóstico afirma con alegría que a pesar de la enfermedad que poco a poco deteriora a su padre, Bruce Willis la sigue reconociendo y se emociona cuando la ve. “Todavía sabe quién soy y se ilumina cuando entro en la habitación (él siempre puede saber quién soy, más o menos el mal día ocasional. Una diferencia entre la demencia de Alzheimer y la DFT es que, al menos al principio de la enfermedad, la primera se caracteriza por deficiencias motoras y del lenguaje, mientras que la segunda presenta más pérdida de memoria)”.

“Sigo saltando entre el presente y el pasado cuando hablo de Bruce: él es, él era, él es, él era. Eso es porque tengo esperanzas en mi padre que me resisto a dejar ir”, subrayó Tallulah Willis.

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