Un grupo de 26 seguidores de Taylor Swift presentó una demanda en la que acusa a la empresa matriz de Ticketmaster de conducta anticompetitiva y fraude, varias semanas después de que una caótica venta de boletos para la próxima gira de la cantautora dejara a miles de seguidores descontentos y con las manos vacías.

El documento de 33 páginas, presentado ante el Tribunal Superior de California en el condado de Los Ángeles, se produjo después de que Ticketmaster cancelara la venta general de boletos para el Eras Tour de Swift. La consiguiente indignación de los fans hizo que legisladores estadounidenses pidieran disolver la fusión entre las empresas Ticketmaster y Live Nation, ocurrida en 2010.

La demanda acusa a Ticketmaster de conducta anticompetitiva. Afirma que la empresa ha obligado a los fans a recurrir exclusivamente a ella para los boletos de preventa y venta general, con costos que son superiores a lo que sería un precio de mercado competitivo.

Los fans que intentaron conseguir boletos durante una preventa a mediados de noviembre denunciaron haber tenido que esperar en filas virtuales durante horas o haberse quedado fuera. Al final, Ticketmaster canceló la venta general de entradas debido a la gran demanda.

El documento pide a la corte que impida a Ticketmaster incurrir en conductas similares en el futuro y que multe a la empresa con 2 mil 500 dólares por cada violación de un código estatal que regula la competencia desleal en California, estado en el que tiene su sede la empresa matriz, Live Nation.

«Tiene que ser algo justo«, dijo Jennifer Kinder, abogada que representa a los aficionados. «Esto no es un mercado justo. Esto no es oferta y demanda. Esto es un mercado manipulado que beneficia a Ticketmaster«.

En 2010, Ticketmaster, un gigante de la venta de boletos, se fusionó con Live Nation, la mayor empresa de promoción de conciertos del mundo, convirtiéndose en Live Nation Entertainment. La compañía, que dice procesar 500 millones de entradas al año en más de 30 países, no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios el lunes.

Greg Maffei, presidente de Live Nation Entertainment, dijo en una entrevista en CNBC el mes pasado que la compañía «podría haber llenado 900 estadios«, y culpó parcialmente de los problemas a la popularidad de Swift. «La realidad es que Taylor Swift no ha estado de gira durante tres o cuatro años, y esto causó un gran problema«, dijo.

Afirmó que el 15 de noviembre se vendieron más de dos millones de boletos para la gira, la mayor cantidad para una artista en un solo día. Ticketmaster dijo que se había enfrentado a un «gran número de ataques de bots, así como de fans que no tenían códigos» para comprar boletos, lo que dio lugar a 3 mil 500 millones de peticiones al sistema, cuatro veces su pico anterior.

Incluso antes de noviembre, Live Nation había sido objeto de escrutinio por su poder y tamaño. El Departamento de Justicia estadounidense ha estado investigando en los últimos meses sus prácticas y si la empresa mantiene un monopolio sobre el multimillonario sector de la música en vivo, según dos personas con conocimiento del asunto.

Taylor Swift calificó la situación de «terrible» en un comunicado publicado en Instagram en el que no nombraba a Ticketmaster.

«Hay una multitud de razones por las que la gente la ha pasado tan mal intentando conseguir boletos y estoy intentando averiguar cómo se puede mejorar esta situación en el futuro. No voy a poner excusas a nadie porque les preguntamos, en múltiples ocasiones, si podían manejar este tipo de demanda y nos aseguraron que sí«, afirmó.

.msn.com